Uno de los grandes atractivos de España en verano son las playas. A lo largo de todo el territorio existen de todo tipo. Las de arena dorada, de arena blanca, de piedra, de rocas, de arena negra... Sin embargo, unas de las que más llaman la atención son las naturales. Esos espacios en los que penetra el agua del mar, del que brota un manantial y confluye un río. Lugares con un encanto especial en medio de la naturaleza que cada día son más visitados por los turistas.
La playa natural de Cañamares, en Cuenca, nace del río Escabas que crea un remanso de agua a su paso por este pueblo
Con el verano, llega el momento de escoger las vacaciones. Muchos ya se frotan las manos pensando en ir haciendo la maleta para empezar sus días de descanso. El problema es que habrá otros que se tendrán que quedar en la ciudad por motivos de trabajo o económicos. No obstante, existen otras opciones para refrescarse y poder pasar el calor de la mejor manera posible. Uno de esos destinos puede ser esta playa natural que se encuentra a unas dos horas de Madrid.
El pueblo de Cañamares (Cuenca) se convierte cada verano en toda una atracción para cientos de personas que quieren un día en la naturaleza. El municipio está rodeado de las hoces de Fuertescusa y Priego, es decir, está situado en el límite entre la Alcarria y la Serranía de Cuenca.
La playa natural de Cañamares
La playa natural nace gracias al curso del río Escabas que crea un remanso de agua a la altura del pueblo conquense creando una playa interior perfecta para ir con toda la familia. Este particular lugar tiene una arena que llega a similar de manera perfecta la del levante. Su agua calmada le hace ser una zona sin demasiado riesgo para que los más pequeños puedan divertirse en el agua.
Posee una área con sombra natural, césped natural, chiringuito y diferentes accesos al agua. Además, existe una zona conocida como 'El Barco', donde hay barbacoa, mesas y sillas de piedra para poder comer.
Otros encantos de Cañamares
En Cañamares también hay otros puntos de interés. Por ejemplo, la Iglesia de San Millán que fue construida entre los siglos XVI y XVIII. El edificio, de estilo renacentista, está considerado como todo un tesoro arquitectónico.
El entorno natural y verde convierte a este municipio en un destino para los grandes amantes del senderismo, puesto que pueden realizar todo tipo de rutas. Una de ellas está relacionada con el mimbre, ya que Cañamares es uno de los principales productores de nuestro país de esta fibra natural.
Para llegar desde Madrid hay que tomar la A-2 y seguir por la carretera de Guadalajara (N-320) hasta la CM-2015 en Castilla-La Mancha. Siguiendo por esta vía y la CM-2023 se llegará hasta la calle Palacio de Cañamares. La ruta es de 171 kilómetros, por lo que se tardará alrededor de las dos horas.
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