En el corazón de Baviera, Alemania, se encuentra Nördlingen, un pintoresco pueblo con una historia por la que merece la pena hacer una visita en un viaje fuera de España. Lo que a simple vista parece un encantador poblado con casas blancas y tejados rojizos esconde un secreto: está construido sobre un cráter formado por el impacto de un meteorito hace millones de años.
Inicialmente, se creía que Nördlingen se había erigido sobre el cráter de un volcán inactivo. Sin embargo, investigadores norteamericanos descubrieron que, en realidad, el cráter se había originado por la caída de un meteorito. Cuando el meteorito impactó, lo hizo sobre un depósito de grafito que, debido a la presión, el golpe y las altas temperaturas, se transformó en diminutos diamantes. Estos pequeños cristales se mezclaron con la piedra utilizada posteriormente para construir el pueblo.
A pesar de estar 'construidas con diamantes' son tan minúsculos que resultan casi invisibles a simple vista. No obstante, este hecho no resta encanto a las pintorescas calles del pueblo, donde pasear es todo un deleite. Si se busca una vista panorámica impresionante, basta con subir los 350 escalones de la Torre de Daniel, perteneciente a la iglesia principal Georgskirche, y desde allí contemplar la inconfundible forma circular del lugar.
Fiestas y tradiciones en Nördlingen
El casco antiguo de Nördlingen es escenario de numerosas celebraciones a lo largo del año. Entre ellas destaca la Fiesta de la Muralla o Stadtmauerfest, un espectáculo y mercado medieval que transporta a los visitantes a otra época. Además, cada mes de mayo, desde 1406, tiene lugar el Stabenfest, una de las fiestas infantiles con más tradición de Alemania que no se puede dejar de visitar.
Un destino único en el mundo
Nördlingen es un testimonio viviente de cómo la naturaleza y la historia pueden entrelazarse de maneras asombrosas. Este pueblo bávaro, con alrededor de 20.000 habitantes, no solo ofrece un encanto arquitectónico único, sino que también guarda en sus cimientos una historia que se remonta a millones de años atrás. Visitar Nördlingen es sumergirse en un lugar donde la belleza, la tradición y la ciencia se dan la mano, creando una experiencia inolvidable.
Ya sea paseando por sus calles adoquinadas, admirando la vista desde la Torre de Daniel o participando en sus festivas celebraciones, Nördlingen invita a descubrir un rincón de Alemania que brilla con luz propia. Un destino que demuestra que, a veces, los lugares más impresionantes se encuentran en los sitios más inesperados.
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