Qué ver en Braga en dos días: seis lugares imprescindibles de la ciudad más antigua de Portugal

Calle de Braga en el Festival de San Juan.
Calle de Braga en el Festival de San Juan.
Henrique Martins
Calle de Braga en el Festival de San Juan.

Fundada por los romanos con el nombre de Bracara Augusta, esta ciudad de la región del Norte es la más antigua de Portugal y también su capital religiosa, con permiso de Fátima. Las calles del casco antiguo, sus jardines y palacios nos invitan a un paseo tranquilo. Braga cuenta en total con más de 40 iglesias, la mayor parte de ellas barrocas. Hay que acostumbrarse: el repicar de las campanas nos va a acompañar durante nuestra visita como música de fondo.

La romana Bracara Augusta inivita a un paseo tranquilo por las calles de su casco antiguo, por sus palacios y jardines
Catedral de Braga.
Catedral de Braga.
Getty Images

LA SÉ

Aún no había sido fundado el reino portugués cuando esta catedral, la más antigua de todo el país, ya existía. Fue consagrada en el año 1089 y llegó a rivalizar en poder con la de Santiago de Compostela, unidas ambas por el Camiño da Geira e dos Arrieiros, reconocido como ruta jacobea. En ella conviven los estilos románico, gótico, manuelino (en la pila bautismal y las torres) y barroco, en sus magníficos adornos. ¡Atención a sus maravillosos órganos de tubo! Y también al espectacular carillón. En los años 90 fueron sustituidas 23 de sus campanas, que pueden verse en el Museo del Tesoro, junto a las de otras iglesias. Hay más de doscientas.

Santuario do Bom Jesus do Monte.
Santuario do Bom Jesus do Monte.
Getty Images/iStockphoto

SANTUÁRIO DO BOM JESUS DO MONTE

El funicular más antiguo de la Península Ibérica, construido en 1882, nos permitirá llegar hasta este santuario, situado en el cerro del Espinho, desde el que se domina la ciudad. Aunque existe otra opción: subir la monumental escalera barroca que, diseñada en zigzag, salva un desnivel de 116 metros. No hace falta contar los peldaños: tiene 573. El primer tramo es un auténtico via crucis, con capillas con esculturas que representan la pasión de Cristo, mientras que los siguientes están decorados con fuentes. El templo, neoclásico, fue edificado a principios del siglo XIX para sustituir uno anterior, y es, junto al parque y bosque que lo rodean, Patrimonio de la Humanidad.

La escalera barroca diseñada en zigzag  del Santuario del Buen Jesús tiene 573 escalones
Arco da Porta Nova.
Arco da Porta Nova.
Diego Grandi

PRAÇA DA REPÚBLICA

Solo queda en pie una de las torres del castillo de Braga, que podremos contemplar si caminamos por el centro histórico de la ciudad, desde el arco de Porta Nova, de medio punto, con dos fachadas, una barroca y otra neoclásica, construido justo donde antes estuvo una de las puertas de la muralla. Pasando por la rua do Souto llegaremos hasta la gran fuente con chorros de agua verticales que preside la Praça da República, con su icónica Arcada del siglo XVIII, con un total de 19 arcos, entre los cuales abre sus puertas dede 1858 el Café Vianna, punto de encuentro habitual en sus tiempos de escritores como Eça de Queirós y Camilo Castelo Branco.

Jardín de Santa Bárbara.
Jardín de Santa Bárbara.
Henrique Martins

JARDIM DE SANTA BÁRBARA

Las ruinas de una arcada medieval que en su día pertenecieron al medieval Palacio Episcopal proporcionan aún más encanto a este jardín, construido en el siglo XVII, situado en pleno centro de la ciudad. Es un lugar para el relax total, un oasis urbano repleto de arbustos, flores que forman auténticas alfombras de llamativos colores, y senderos por los que apetece siempre pasear, muy al estilo de los de Versalles. Todos convergen en un mismo punto: una fuente coronada por la figura de Santa Bárbara. De noche, cuando se ilumina, aún parece más mágico. De las calles de los alrededores quizás nos llegue la música de algún artista callejero.

El Jardín de Santa Bárbara es un oasis urbano cuyos senderos recuerdan a los de Versalles
Interior del Museo de los Vizcaínos.
Interior del Museo de los Vizcaínos.
visitportugal.com

MUSEU DOS BISCAINHOS

Del siglo XVIII son los preciosos jardines, con fuentes, esculturas, huertas y naranjos, que forman parte de este palacio barroco, que nos permitirá descubrir cómo vivía la nobleza, y también sus sirvientes, en la Braga de aquella época. En su interior podemos ver la decoración original, con los característicos paneles de azulejos, así como otros objetos (porcelana, cerámica, cuberterías) procedentes de donaciones privadas. Pasaremos por todas sus dependencias: el salón de música, la cocina, el comedor, los dormitorios, las caballerizas… Fue propiedad de los Condes de Bertiandos, pero si se llama así es por los artesanos que trabajaron en él, naturales de Vizcaya.

Santuario de Sameiro, con un fantástico mirador.
Santuario de Sameiro, con un fantástico mirador.
Getty Images/iStockphoto

MIRADOURO DO MONTE DO PICOTO

De entre todos los miradores con que cuenta la ciudad, este, situado al final de la Avenida da Liberdade, en lo alto de un cerro y rodeado por un parque, debe aparecer siempre marcado en nuestro mapa. Desde su pasarela de madera, a la que podemos llegar a pie, veremos toda la ciudad y el entorno que la rodea. ¡Las vistas son de 360º! Otros estupendos miradores son los del Monumento ao Sagrado Coraçao de Jesus, en la Universidad, una especie de torre a la que es posible subir, y el de Sameiro, junto al histórico santuario, a 566 metros de altura, desde el que se atisba la Serra de Cabreira y Gerês, Penha, la Franqueira y, al fondo, el océano.

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