La ciudad de Sevilla es una de las urbes más fascinantes de toda España. La capital de Andalucía se caracteriza por tener una apasionante historia que se remonta siglos atrás, así como edificios y monumentos de una increíble belleza y unas pintorescas calles que hacen de esta magnífica metrópoli en una de los mejores para hacer un viaje de fin de semana y disfrutar del sur de la Península Ibérica.
Si no te frena el calor asfixiante y quieres conocer Sevilla este verano, puedes hacer una pequeña escapada de dos días para conocer los rincones más emblemáticos de la ciudad, así como las joyas que se ocultan en sus estrechas calles. En un viaje de 48 horas, podrás visitar todos los lugares más increíbles de esta fascinante urbe.
Viaje de fin de semana a Sevilla: Día 1
La primera parada del itinerario en Sevilla pueden ser sus conocidas 'Setas', situadas en la Plaza de la Encarnación y que son perfectas para visitar por la mañana, ya que las inmensas estructuras dan mucha sombra. Tras hacer unas fotografías a uno de los rincones modernos más conocidos de la ciudad, es hora de dirigirse hacia uno de sus grandes emblemas, su impresionante catedral, aunque para ello tendrás que callejear por estrechas calles y pasar por plazas tan bonitas como la del Salvador, donde se erige la iglesia del mismo nombre.
El templo gótico más grande del mundo es sin duda uno de los edificios más impresionantes de toda España, por ello no dudes en adentrarte en la catedral de Sevilla y admirarla en todo su esplendor, aunque antes detente unos minutos para contemplar la icónica Giralda. Para entrar hay que pagar una entrada de 12 euros (6 euros para estudiantes), y se pueden adquirir a través de la página web. A la salida, puedes comer en alguno de los muchos restaurantes del precioso barrio de Santa Cruz.
Después de reponer fuerzas, no hay mejor manera de continuar con la visita a Sevilla que visitando el Archivo de Indias, uno de los enclaves hispalenses declarados Patrimonio de la Humanidad y que recogen la impresionante historia de la ciudad. Para terminar el día, lo ideal es dirigirte hacia la Torre del Oro y contemplar el precioso atardecer a orillas del río Guadalquivir, lo que se te quedará grabado en la memoria.
Viaje de fin de semana a Sevilla: Día 2
El segundo día en Sevilla hay que comenzarlo por el barrio de Triana, uno de los más famosos de toda la ciudad. Cruzar su puente y acercarse a edificios tan bonitos como la Capillita del Carmen o las casas de colores de la calle Betis, es algo imprescindible si viajas a la capital de Andalucía. Tras pasear por sus estrechas calles, es hora de volver al casco antiguo de la urbe para conocer otro de los símbolos de la ciudad, el Real Alcázar.
Este monumental complejo es uno de los mayores ejemplos de arquitectura mudéjar de toda España, y adentrarse en su aljibe y recorrer sus patios y estancias deja perplejos a todos los que se adentran en él. Tras salir de él y comer algo, hay que dirigirse a otro de los grandes monumentos de Sevilla: su famosa Plaza de España. Acercarse a todos los mosaicos es uno de los gestos más habituales entre los turistas, y además, justo al lado se encuentra el Parque María Luisa, un oasis idóneo para terminar el viaje a la ciudad en un ambiente fresco y relajado.
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