La ruta de los espejos en Salamanca, un increíble sendero natural circular en el que te encuentras con obras de arte

Senderista ante una de las obras en el Bosque de los Espejos, Salamanca.
Senderista ante una de las obras en el Bosque de los Espejos, Salamanca.
Salamanca Emoción
Senderista ante una de las obras en el Bosque de los Espejos, Salamanca.

Salamanca es un destino que cuenta con numerosos atractivos turísticos en los que ofrecer al visitante experiencias únicas. Una de ellas es ofrecer la oportunidad de descubrir su fascinante naturaleza a través de diferentes rutas de senderismo. 

Entre las mismas destaca la ruta 'camino asentadero Bosque de los Espejos' o 'ruta de los espejos". Esta ruta circular une las localidades salmantinas de San Martín del Castañar, Las Casas del Conde y Sequeros a lo largo de unos 9 km y permite disfrutar del asombroso paraje natural Parque Natural de Las Batuecas-Sierra de Francia. 

Plano que muestra el sentido recomendado de la ruta.
Plano que muestra el sentido recomendado de la ruta.
Turismo de Salamanca

Francisco Javier García Hidalgo, diputado de Turismo de Salamanca, explica a 20 Minutos que en ella, "te puedes encontrar diferentes obras de arte en plena naturaleza de la Sierra de Francia". Durante la ruta, además se manifiesta un valioso patrimonio arquitectónico en los pueblos que podrás recorrer:

San Martín Del Castañar

El inicio de la ruta puede ser desde San Martín del Castañar, una hermosa villa que ocupa una posición privilegiada en un promontorio, lo que le proporciona espléndidas vistas sobre los valles cercanos. En el caserío destaca el perfil del castillo, que, tras una afortunada actuación, acoge el centro de interpretación de la Reserva de la Biosfera. 

Declarado conjunto histórico, en sus calles y rincones se pueden observar valiosos ejemplos de arquitectura popular serrana. Las casas se aprietan entre sí y hacia lo alto, mostrando blasones y peculiares fachadas de tramonera. 

Sequeros

Otro de estos pueblos que atraviesa la ruta es Sequeros, con un emplazamiento singular, a 950 metros de altitud, que le ha valido la merecida denominación de 'Mirador de la Sierra'. Disfrutarás de un relajado paseo por sus calles que te permitirán descubrir rincones, plazuelas, casas singulares, dinteles labrados y balconadas con encanto de este antiguo centro comarcal, hoy declarado Conjunto Histórico. 

En el recorrido conviene detenerse en la torre del concejo, la iglesia, la plaza del Altozano y el teatro León Felipe, poeta vinculado a la villa. Uno de los parajes más atractivos del municipio lo constituye la iglesia del Robledo que pudo tener origen en época medieval, pero en 1622 sufrió un pavoroso incendio que la destruyó por completo, por lo que ha sufrido varias reformas.

Las Casas del Conde

El camino del Asentadero – Bosque de los Espejos también discurre por Las Casas del Conde. Su ubicación sobre una ladera del valle del río Francia y un microclima hacen que sea el primer pueblo de la Sierra de Francia donde florecen los cerezos.

Entre bancales de frutales y viñedos, aún es posible ver realizar las labores agrícolas con caballerizas, varear las aceitunas y oler a vino de las bodegas. Esta recoleta localidad serrana también puede presumir de tener uno de los calvarios más espectaculares de la Sierra. Entre olivos centenarios se van sucediendo 16 cruces de granito, que se confunden con los robles.

Obras de arte permanente en el camino

Junto a este patrimonio histórico y cultural, te asombrarán las obras de arte que se han plantado como semillas permanentes en el camino.

  • La Torre de Intercambio (de Jesús Palmero).
  • La Casa de Árbol y una aguja (Luque López).
  • Efímeras magentas (José Antonio Juárez)
  • Mochuelos (Pablo Amargo).
  • Puertas Abiertas en el campo (de Manuel Pérez de Arrilucea).

Son algunas de las obras que se encuentran y se disfrutan en el recorrido. El actual camino integra también uno anterior, el llamado 'Asentadero de los curas', del que perviven algunas de sus intervenciones escultóricas. El Asentadero-Bosque de los Espejos es una invitación a mirar de otro modo, leer desde el arte el paisaje, atravesar el espejo o adivinar reflejos imposibles.

Mejor época para realizar la ruta de los espejos

La mejor época para realizar esta ruta es durante el otoño, en concreto en las primeras semanas de noviembre. El paisaje se convierte en un fascinante cuadro otoñal en el que los colores del otoño: el verde, marrón, ocres y rojos te mostrarán escenas inéditas.

Un paraje natural que te dejará sin palabras

El Parque Natural, declarado Reserva de la Biosfera, acoge una fauna y una flora de un valor significativo en el que predominan los árboles de hoja caduca: castaños, robles y fresnos, pero también abundan los árboles mediterráneos, como la encina, el alcornoque, el quejigo. 

Es habitual ver volar a los buitres, tanto leonados como negros y son frecuentes el águila real, el halcón peregrino, el alimoche y el búho real. Especial mención merece la esquiva cigüeña negra, especie en peligro de extinción y la presencia histórica del lince ibérico. 

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