Se cuentan por miles los atractivos que hacen de Japón un lugar sorprendente, pero sobre todo hay una razón por la que los amantes de los animales, y en concreto de los gatos, estarán encantados de viajar desde España a este país de tradiciones milenarias. Y el motivo no es otro que visitar Tashirojima, una isla situada en la penísnula de Oshika, que es un paraíso dedicado única y exclusivamente a nuestros queridos felinos. Situada en la región de Miyagi, en esta pequeña isla del Océano Pacífico, los gatos están por todas partes y hay tal cantidad que incluso superan con creces a los humanos.
Un amuleto de la suerte para la cultura japonesa
¿Te imaginas desembarcar en tu destino de vacaciones y encontrarte con un ejército de gatos a tu alrededor? Esto es lo que te puede pasar si durante tu viaje a Japón te acercas hasta esta curiosa isla. Eso sí, perros no verás ni uno, porque están prohibidos. Símbolo indiscutible de la fortuna en Japón, el gato es, además, el ciudadano rey en Tashirojima, donde hay más de 400 felinos para una población de apenas 100 habitantes. Son tan queridos, que incluso cuentan con sus propios santuarios.
El porqué de esta superpoblación felina, que vive tan plácidamente en la isla de los gatos, se remonta al siglo XVIII y mediados del siglo XIX, durante el periodo Edo, cuando los habitantes de Tashirojima utilizaban a estos animales para evitar que los ratones se acercaran a los gusanos con los que fabricaban los tejidos de seda.
Qué ver en la isla de Tashirojima
Hoy, este paraíso rural, con pequeños pueblos de pescadores y santuarios, se ha convertido en un destino de moda. Su fama atrae tanto a los amantes de los gatos como a turistas curiosos que buscan disfrutar de este espectáculo permanente y de la tranquilidad de esta isla, que además cuenta con impresionantes paisajes que dan al mar.
Con una extensión de 11 kilómetros, Tashirojima tiene dos puertos que están separados por un par de kilómetros el uno del otro: el de Odomari en el norte y el de Nitoda, en el sur. Muy cerca del puerto de Odamari se encuentra el santuario de los Gatos, que se creó para homenajear a un felino que murió en un accidente y que se le recuerda como una deidad.
Se encuentran por toda la isla, campando a sus anchas por calles y rincones, pero es en el pueblo de Nitoda, y sobre todo alrededor del puerto, donde la población gatuna se concentra en mayor número. Son la atraccion principal, y aunque viven semisalvajes, es posible acercarse a ellos tranquilamente, ya que no se siente incómodos con los visitantes. Puedes pasar la noche en este insólito destino y hospedarte en Isla Manga, un resort con casetas en forma de gato, al sur de la isla.
Cómo llegar a la isla de Tashirojima
Si quieres hacer una escapada idílica a este paraíso gatuno, puedes coger un tren desde Tokio hasta Sendai, y una vez allí tomar otro tranvía local que te lleva hasta la terminal Ishinomaki. Desde aquí salen los ferrys que van a la isla. Van y vuelven cuatro veces al día, en un trayecto que dura menos de una hora.
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