El primer motivo por el que se baraja la idea de ir a un camping es la parte económica. Pero, aunque bien es cierto que puede ser bastante más barato que ir a un hotel (aunque en todo hay categorías y muchas diferencias), hay otras razones por las que las personas que lo prueban siempre vuelven.
Los campings siempre están situados en plena naturaleza, lo que permite alojarse en lugares a los que los hoteles no llegan
Lo que más se repite es la libertad que te da un camping. Aquí no hay horarios de desayuno ni otras normas impuestas y esto ayuda a desconectar más rápido y disfrutar de unas verdaderas vacaciones. Además, los campings siempre están situados en plena naturaleza, lo que permite alojarse en lugares a los que los hoteles no llegan. Y aquí van algunos buenos ejemplos ideales para escaparte ahora mismo.
Colombres (Asturias) Un toque “vintage”
Aquí encontrarás tanto los clásicos bungalows como parcelas preparadas para instalar tu propia caravana; también animación, piscina y otras instalaciones básicas. Pero la joya de la corona y por lo que este camping te ganará el corazón son sus caravanas “vintage”. Seis tipos diferentes con una decoración retro a la que no le falta detalle. Desde sus colores, sus adornos, la vajilla o los textiles… todo, absolutamente todo, sigue una estética muy cuidada. Además, el paisaje que rodea a estas caravanas es impresionante ya que tiene lo mejor de la Asturias verde y montañosa y la playa a unos minutos.
L’Orangeraie (Castellón) Con parque acuático
Tobogán, chorros, varias piscinas y mucho espacio para toda la familia. Este camping es ideal para ir con niños (y no verlos mucho) ya que tienen actividades para todas las edades, incluidos los adolescentes. Entre los alojamientos destacan sus cuidadas cabañas de madera. Hay opciones con diferente ocupación y dimensiones, pero todas cuentan con un encantador porche en el que cenar en familia y disfrutar de las noches de verano. Está situado en Cálig, a un paso de Peñíscola y de las mejores playas de Castellón.
Playa Montroig Camping Resort (Tarragona) A pie de playa
Uno de los más premiados y referente del sector, este camping tiene todo lo necesario para unas vacaciones de diez. Está situado a pie de playa, cuenta con varias piscinas, gimnasio e instalaciones deportivas, spa, parques infantiles, un amplio programa de animación y una gran oferta de restauración. Pero lo mejor (o uno de los grandes puntos positivos) son sus estancias. De grandes dimensiones para poder estar todos bien a gusto y con una decoración de la que pueden aprender mucho grandes hoteles. Pequeños y grandes detalles que logran que la estancia sea sumamente confortable.
Tranquilo Glamping (Cádiz) Un lujo en plena naturaleza
Ubicado entre Chiclana y Conil, dos de los puntos más cotizados de la costa gaditana, a este “glamping” (camping con glamour) no le falta detalle. Sus tiendas parecen sacadas de una revista de diseño y algunas cuentan incluso con piscina privada. Están totalmente equipadas; tanto, que incluso tienen preparada una nevera portátil para la playa y una esterilla de yoga para tus momentos de máximo relax.
Camping Son Bou (Menorca) El refugio perfecto
Encontrar un lugar tranquilo en Menorca puede ser complicado, pero no en este camping. Y más en la zona de las cabañas tortuga, un rincón reservado para los que buscan relax y conectar con la naturaleza. Estas coquetas cabañas tienen todo lo necesario, incluido un pequeño porche desde el que ver las estrellas cada noche. Y es que no hay que olvidar que Menorca es uno de los destinos Starlight más buscados.
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