Es la gran pregunta, y seguro que te habrás enfrentado alguna que otra vez a ella: ¿descansar a la orilla del mar? o ¿disfrutar de la naturaleza y de un clima más fresco? Hemos encontrado la solución perfecta para que este verano no tengas que renunciar a nada: en todos estos destinos podrás disfrutar del sol y del baño, pero también hacer senderismo a través de impresionantes paisajes de montaña.
Mallorca
En esta isla mediterránea no tendrás que elegir. Podrás disfrutar de algunas de las mejores playas de nuestro país, que con su arena blanca y aguas de color turquesa son el principal reclamo de turistas de todo el mundo. Cala Aguila, en el noreste, Portals Vells, en el sur o Playa de Formentor son lugares únicos para relajarse en medio de parajes impresionantes. Pero Mallorca cuenta además con una joya natural que domina la parte noreste de la isla: la Sierra de Tramontana. Aquí el plan es recorrer bonitos pueblos, en una lista que es interminable: Valldemossa, Deià, Sóller, Andratx o Fornalutx. Toma buena nota porque son solo algunas de las sorpresas que te esperan en este viaje.
Costa Brava (Girona)
La Costa Brava es mucho más que Mediterráneo. Imposible pasar por alto este destino catalán donde, además de kilómetros y kilómetros de litoral con maravillosas playas, como la de Palamos, Calella de Palagrugell o Begur, encontrarás acantilados, pueblos medievales e interesantes restos arqueológicos grecorromanos.
Los días de playa los podéis combinar con la experiencia de adentraros en la bonita sierra de la Albera, que se extiende por el tramo oriental de los Pirineos, por la comarca del Alt Empordà hasta el Mediterráneo.
En la zona destaca también un importante patrimonio de arte románico, con una gran cantidad de parroquias y ermitas, además del monumental monasterio benedictino de Sant Quirze de Colera, que también te recomendamos visitar durante tu estancia.
Cudillero (Asturias)
Que eres más de playa, Cudillero es perfecto. Pero si eres de cumbres y montes, también. Famoso por las casas de colores que cuelgan de la montaña, este pueblo pesquero cuenta con una costa salvaje, salpicada de acantilados, en la que encontrarás playas tan bonitas como la de Portiella.
Al ambiente marinero hay que sumarle una zona de interior, perfecta para hacer rutas de senderismo y disfrutar de una naturaleza exuberante, con lugares como Las Peñas de Cuetu, con una cima que está a casi 800 metros sobre el nivel del mar. No te faltarán planes, como visitar la Quinta de Selgas, un palacio con mucho encanto, que pertenece a un mecenas y empresario del pueblo. Se puede visitar por dentro y también los jardines. Se encuentra en El Pito, una pequeña población del concejo de Cudillero.
También puedes acercarte hasta la desembocadura del río Piñera, donde hay una gruta que cruza la montaña y comunica con el camino que va a la Capilla del Humilladero.
Comarca de Noya (A Coruña)
¿Por qué elegir si puedes tener todo? En el municipio de Outes te esperan grandes contrastes marcados por los paisajes de mar, ríos, playas y montañas. En esta tierra de monasterios y pazos, podrás visitar los numerosos castros que hay en la localidad, así como emprender una interesante ruta por algunos de los 1200 hórreos que están repartidos por todo el municipio. Y si eres de los que van en busca de las mejores vistas, en el monte Tremuzo (531 metros), seguro que las vas a encontrar. Está a tres kilómetros de la ría de Muros y Noya y te garantizamos que el paisaje que te espera es espectacular.
Entre las playas que te recomendamos están la de Arnela, una pequeña cala de arena blanca, resguardada y con orientación al sur, la playa de Broña y la de Picouso, que se encuentra algo aislada.
Taganana (Tenerife)
Rodeado de montañas, como su nombre en guanche indica, esta localidad tinerfeña está condicionada por una intensa vegetación, con cordilleras y barrancos que se asoman al océano. El camino que conduce al pueblo es verdaderamente espectacular. Taganana cuenta con uno de los paisajes más bellos de toda la isla y que hacen de este rincón un auténtico paraíso terrenal. El lugar es perfecto para realizar rutas de senderismo, conectar con la naturaleza salvaje y disfrutar de la gastronomía de la zona en algunos de los guachinches o restaurantes tradicionales de comida típica canaria. Y por supuesto, también podrás disfrutar de mar, en sus espectaculares playas de arena negra marcadas por un fuerte oleaje.
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