A veces nos apetece hacer un pequeño viaje y desconectar de Madrid, pero no encontramos quien nos acompañe. Y como esta circunstancia no tiene por qué echar por tierra tus planes, te traemos los mejores lugares a pocos kilómetros de la Capital, donde podrás disfrutar solo y a tu aire.
Alcalá de Henares
En esta bonita ciudad, que se encuentra a unos 40 minutos en coche desde Madrid, no tendrás tiempo de aburrirte. Conocida sobre todo por ser la cuna de Miguel de Cervantes, sus calles son un constante homenaje al escritor. Cuenta con un centro histórico pequeño, así que podrás descubrirla fácilmente a pie. Empezando por la Universidad, uno de los edificios más emblemáticos. Tan impresionante por dentro como por fuera, fue fundada en 1499 por el Cardenal Cisneros, siendo una de las más antiguas de Europa. Si contratas una visita guiada, tendrás acceso a los patios y a su bonita capilla.
La Plaza de Cervantes es otro de los lugares con encanto, pero además es donde está el Teatro Corral de Comedias (siglo XVIII), uno de los más antiguos que se conservan en Europa. Y justo al lado de la gran Plaza de Cervantes (en la Plaza de San Diego) se encuentra la impresionante fachada del Rectorado de la Universidad, que te recomendamos observar atentamente, ya que es otra verdadera obra de arte. Y después de sumergirte en siglos y siglos de historia, disfruta del ambiente alcalaíno en algunas de las numerosas terrazas de calle Mayor.
Ávila
A poco más de una hora de Madrid, la ciudad de Santa Teresa es la escapada perfecta para un día o dos, en los que podrás vivir de cerca parte de la historia y cultura de nuestro país. Su recinto amurallado, muy bien conservado, acapara todas las miradas, pero no podemos olvidar que Ávila cuenta con muchas más joyas, dentro y fuera de sus muros. Entre los lugares que deben formar parte de tu ruta están la Catedral de Cristo Salvador, el Real Monasterio de Santo Tomás y la Basílica de San Vicente, un bello ejemplo de estilo románico que se encuentra en extramuros. Y por supuesto, no te puedes perder una postal de lujo con la belleza de las murallas iluminadas al atardecer.
Manzanares el Real
En plena sierra y a orillas del embalse de Santillana, se encuentra este pueblo madrileño que destaca por el imponente castillo de los Mendoza. Construido en el siglo XV, es una de las fortalezas mejor conservadas de la Comunidad de Madrid. También puedes visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Nieves (de principios del siglo XIV), que está junto a la plaza Mayor, así como la Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra, que fue construida en el siglo XV sobre una roca. Por cierto que desde este último templo tendrás unas bonitas panorámicas de los alrededores. Y si lo que buscas es desconexión y oxigenarte en plena naturaleza, desde esta misma localidad puedes acceder hasta La Pedriza, el espacio perfecto para refrescarte dándote un chapuzón en alguna de sus charcas.
Toledo
La Ciudad de las Tres Culturas te recibirá con los brazos abiertos, vayas solo o acompañado. Y no te aburrirás, porque hay tanto que ver que no echarás en falta a nadie. Empezando por su casco histórico elevado sobre una roca, que te hará viajar en el tiempo. Uno de los lugares más espectaculares es la Catedral Primada, la segunda más grande de España por detrás de la de Sevilla. En ella destacan el claustro, la Capilla de los Reyes Nuevos y la magníficamente decorada Sala Capitular.
Como ejemplo de la convivencia de las Tres Culturas, te aconsejamos que visites la Sinagoga de María la Blanca (de estilo morisco en su interior) y la Mezquita del Cristo de la Luz, la mejor muestra del esplendor califal que vivió la ciudad. Por supuesto, acércate hasta la Plaza de Zocodover, donde encontrarás muy buen ambiente tanto de día como de noche. Y para tomar las mejores instantáneas, sube hasta el Mirador del Valle, donde te esperan unas vistas espectaculares de la Catedral, el Alcázar y el Tajo.
La Hiruela
Mucha tranquilidad es lo que te espera en este bonito pueblo que se encuentra al noreste de Madrid, dentro de la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón. Con tan solo 48 habitantes, se trata de un rincón privilegiado, de casas de piedra, adobe y madera rodeadas de frondosa naturaleza. Uno de los puntos fuertes de La Hiruela, además de ser un pueblo de los de siempre, es que ofrece la posibilidad de realizar interesantes rutas por sus alrededores. Pasear por las orillas del río Jarama, visitar la Casa Consistorial o acercarte hasta el Molino Harinero son algunas maneras de disfrutar de la paz que se respira en la zona.
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