Berlín y Viena han sido pioneros en esta iniciativa, recibida por el público con tanta alegría que las reservas han de hacerse con bastante antelación. Si fue Berlín el primer Parlamento europeo en abrir las puertas de su propia gastronomía, Viena ha seducido al turista con su recién inaugurado restaurante Kelsen, en honor a Hans Kelsen, autor de la Constitución Federal austriaca. El Parlamento de Viena se construyó en el siglo XIX, dentro del marco de la Ringstrasse, la avenida más famosa de Viena que delimita el corazón de la ciudad. Sus 5,3 kilómetros sustituyeron a la antigua muralla; ya no era necesario proteger la ciudad, pero sí ampliarla y modernizarla. Y así lo decidió el emperador Francisco José en 1857.
El de Berlín fue el primer Parlamento europeo en abrir las puertas de su propia gastronomía
La Ringstrasse es circular y en ella se levantaron los edificios historicistas más espectaculares de la ciudad, como el Ayuntamiento, la Ópera, el edificio de la Bolsa o el Parlamento, cuyo interior acaba de ser reformado. La gran novedad ha sido la apertura del restaurante Kelsen, para dar la oportunidad a quien lo desee de conocer un poco mejor la casa de la democracia austriaca. Desde sus terrazas en el rooftop las vistas de la bella Viena son nuevas postales al casco antiguo.
Recetas austriacas
El nuevo servicio de restauración del Parlamento austriaco dispone de cuatro opciones: restaurante, cantina, bistró y cafetería. Desde el restaurante y hasta las 20 horas puede admirarse la nueva sala de plenos y reuniones a través del enorme techo acristalado. El restaurante ofrece exquisitos almuerzos y cenas basados en recetas austriacas y producto nacional. El pan es de la famosa panadería Josef y son buenas las propuestas de vinos locales e internacionales. La Cantina abre para el almuerzo con menús de 13 y 15 euros, y un buffet self service donde los parlamentarios reponen fuerzas los días de trabajo. El Bistró abre desde las 10 de la mañana hasta las 19 horas para dar desayunos, snacks y repostería, al igual que en el café Angora, que arranca a las 8 de la mañana.
Viena ha seducido al turista con su recién inaugurado restaurante Kelsen, en honor a Hans Kelsen, autor de la Constitución Federal austriaca
En el Reichstag
Contemporáneo al Parlamento de Viena fue el de Berlín, en el famoso edificio Reichstag. Tras la Gran Guerra aquí se declaró la República de Weimar. Luego con la II Guerra Mundial quedó bastante perjudicado y, tras la unificación, fue restaurado, a excepción de la cúpula. Fue Norman Foster en los años 90 el encargado de proyectar su nueva e impresionante cúpula de cristal situada sobre la sala de plenos. Una muestra de fotografías en su interior hace repaso de la historia del edificio. Es uno de los símbolos de la ciudad.
El primero de Europa
El de Berlín fue el primer Parlamento europeo en abrir un restaurante al público, aunque, igual que en el de Viena, es necesario aportar DNI al hacer la reserva y llevarlo para poder acceder, ya que por seguridad comprueban el acceso y los datos ofrecidos. El restaurante Käfer Dachgarten, junto a la fabulosa cúpula de cristal y con vistas a la ciudad, ofrece cocina alemana en su versión más sofisticada, pero siempre con productos nacionales y de temporada. La carta de vinos es bastante amplia. Tiene terraza y hay servicio de desayuno y cafetería por las tardes. La cúpula y la azotea están abiertas hasta las doce de la noche, aunque la última entrada es a las 21:45. Es conveniente confirmar horarios en las webs de ambos restaurantes.
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