España tiene una gran cantidad de espacios naturales con impresionantes rutas con pozas, puentes colgantes y mucha vegetación. Destaca Ibón de Plan, también conocido como Basa de la Mora, un lago glaciar situado, como su nombre indica, en Plan, una localidad ubicada en el Valle de Gistaín, en la comarca de Sobrarbe.
Ibón de Plan es considerado uno de los lagos glaciares más impresionantes del Pirineo Aragonés, ya que está a casi 1.910 metros, situado en medio de unas sorprendentes montañas repletas de pinos negros y verdes. Ofrece unas vistas increíbles de los Pirineos, además de mucha vegetación.
Un ibón es un lago de alta montaña, es similar a un glaciar, por eso se conoce como lago - glaciar. Sin embargo, los aragoneses adoptaron el nombre de ibón para referirse a ellos.
Una ruta ideal para hacer en familia
Esta ruta es perfecta para hacer en familia, aunque hay que tener en cuenta la fecha en la que se va a realizar. Es una zona donde suele hacer frío y haber nieve hasta entrada la primavera, por lo que es recomendable realizarla en los meses de verano.
Hay tres itinerarios diferentes para llegar hasta Ibón de Plan, aunque la dificultad varía dependiendo de la ruta que decidas hacer. En primer lugar, se encuentra la vía más difícil. Hay que ir a pie desde la cola del embalse de Plan y ascender hasta el ibón. Tiene una duración de tres horas y un desnivel de 960 metros.
La segunda opción es también complicada, hay que ir caminando desde Saravillo a través del sendero GR-15. Hay una mayor distancia pero con un desnivel más bajo.
Sin embargo, esta última opción es el itinerario que recomiendan los senderistas que han realizado esta ruta. Es la más sencilla y cómoda. Parte desde Aínsa, donde hay que tomar la carretera A-138 en dirección Bielsa (Francia).
Una vez pasada la localidad de Lafortunada y antes de llegar a Bielsa, hay que coger el desvío a Plan por la carretera A-2609. Son unos cinco kilómetros hasta llegar a Saravillo. Hay que atravesar el pueblo, y, al final, encontrarás una pista forestal con señales que indican la dirección del ibón. Hay que seguir avanzando hasta llegar a una pradera con un pequeño refugio.
En esta pradera se podrá aparcar el coche durante todo el día. Tiene un coste de 3 €.
Aquí comienza el trayecto a pie hasta el Ibón de Plan con una duración de 20 minutos y 1,5 kilómetros. Una vez en el ibón podrás disfrutar de unas maravillosas visas del pirineo aragonés. Este tramo es sencillo de hacer, no hay apenas desnivel, por lo que es apto para niños. Es recomendable llevar zapatos cómodos y agua para hidratarse.
Un recorrido por los pueblos aragoneses
Cerca del Ibón de Plan se encuentran algunos pueblos con encanto y con monumentos de interés turístico. Tal es el caso del pueblo de Plan, en él está la Iglesia de San Esteban. Otra opción es el pueblo de San Juan de Plan, construido en una pendiente donde se pueden apreciar unas maravillas vistas del valle y de Plan.
Otro pueblo para visitar es Aínsa, calificado como uno de los pueblos más bonitos de Huesca por National Geographic. Es un pueblo medieval, con calles empedradas y un castillo de película. A 45 kilómetros se encuentra el Parque Nacional de Ordesa y el Monte Perdido.
Cómo llegar
Desde Huesca, la ruta en coche para llegar a Ibón de Plan es de 2 horas y 27 minutos por las carreteras A-23 y N-260. Desde Zaragoza se tarda un total de 3 horas y 6 minutos por la carretera A-23.
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