Al imaginar un paisaje castellano es habitual pensar en inmensos campos de cereal, en tranquilos pueblos llenos de historia y, tal vez, en algunos peregrinos del Camino de Santiago. Pero en la provincia de Palencia también es posible pasar una tarde navegando. En este caso por el Canal de Castilla.
Hoy casi olvidado, este canal por el que solo pasean barcos de recreo fue en su momento la obra de ingeniería más importante, ya que pretendía unir la meseta castellana con el mar Cantábrico y así poder crear una ruta comercial con la que dar salida a su excedente de cereal. En el siglo XVIII los barcos eran el medio de transporte más rápido y por eso no dudaron en poner en marcha este plan, que era mucho más complicado de lo que se pueda pensar. Y es que el gran desnivel obligó a construir 49 esclusas.
En la provincia de Palencia es posible pasar una tarde navegando por el Canal de Castilla
Así, cuando llevaban unos 200 kilómetros llegó el ferrocarril y el canal y sus barcos dejaron de ser tan rentables. Eso sí, gracias a aquel proyecto hoy nos quedan tres ramales que cruzan parte de la provincia de Palencia, además de un trayecto entre Burgos y Valladolid.
Parada en Frómista
En esta localidad palentina siguen teniendo un embarcadero del que cada día parte el barco Juan de Homar (en honor a uno de los ingenieros) para navegar por esta parte del canal. Un paseo agradable y relajado por las tranquilas aguas del canal mientras conoces su curiosa historia.
En esta localidad palentina siguen teniendo un embarcadero del que cada día parte el barco "Juan de Homar"
Además, justo en Frómista se encuentra la única esclusa cuádruple del recorrido. Con ellas se salva el mayor desnivel, algo más de 14 metros, y son un punto único en el que apreciar la complejidad de este proyecto.
La gran joya
Ya en el casco histórico de Frómista encontramos el gran tesoro que guarda desde hace siglos esta pequeña localidad, la iglesia de San Martín de Tours, un magnífico ejemplo del románico más puro. Se comenzó a construir en el siglo XI y para muchos es el templo románico ideal, tanto por fuera como por dentro. Muy cerquita se encuentra la iglesia de San Pedro, en este caso de estilo gótico y portada renacentista, que alberga el Museo de Arte Sacro de la localidad.
Seguir el camino
El propio Camino de Santiago puede marcar la ruta para seguir descubriendo la comarca de Tierra de Campos. La siguiente parada será Villalcázar de Sirga y su “catedral templaria” para después seguir hasta Carrión de los Condes.
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