Estas son las seis mejores playas de España, según 'The Guardian'

Se acerca el verano, suben las temperaturas y aumentan las ganas de darse un chapuzón en la playa. Por suerte, España es una superpotencia mundial en este aspecto.

En el extranjero lo saben, y esta semana el diario londinense The Guardian ha publicado un reportaje en el que recoge cuáles son las mejores 40 playas de Europa.

En su reportaje, el rotativo británico incluye seis playas que están situadas en España. En concreto, dos en Baleares, una en el País Vasco, una en Galicia, una en Asturias y una en Murcia.

Ses Illetes, Formentera

De la playa de Ses Illetes, en Formentera, dice el Guardian que es "una de las playas más deslumbrantes del Mediterráneo", aunque advierte de que "la infraestructura es escasa", con excepción del "chiringuito con los pies en la arena".

Torimbia, Asturias

De la playa asturiana de Torimbia dice el Guardian que es "un majestuoso arco de arena fina y dorada acunado en un paiseja de helechos y exuberantes pastos verdes".

Carnota, Galicia

"Fabulosas playas de arena se ensartan a lo largo de ella como perlas en un collar, pero ninguna es más preciosa que Carnota", dice el Guardian, en referencia a la Costa da Morte. "Pasarelas de madera conducen hasta el pueblo a través de llanuras pantanosas por una bahía suavemente curvada y arropada por dunas y matorrales", añaden.

Cala Trablúger, Menorca

"La belleza de Trebalúger reside en el armonioso feng shui de sus dunas, acantilados y el pinar que la rodea", dice el diario inglés, que advierte de que no hay infraestructuras, aunque lo ve como una ventaja.

Sopelana, País Vasco

De la playa de Sopelana, dice el Guardian que "tiene un atractivo especial para dos comunidades muy diferentes: nudistas y parapentes", y admite que son arenales poco conocidos para el turista extranjero.

Calblanque, Murcia

Imagen de una de las calas de Calblanque.

"A pesar de estar cerca de la superdesarrollada La Manga y el contaminado Mar Menor, las playas vírgenes de Calblanque parecen estar a un mundo de distancia", dice el Guardian, que añade que "los senderos de tierra que serpentean a través de las áridas laderas detrás de la costa conducen a una serie de playas y calas de arena, cada una más salvaje que la anterior".