Clip de 'La emperatriz rebelde'

En la Navidad de 1877, Isabel, emperatriz de Austria, celebra su cuarenta cumpleaños. Se la considera un ícono de la moda y crítico y ha cultivado su imagen como una mujer elegante, hermosa y elegante con la tez rosada de una niña bávara. Es consciente de que se le acaba el tiempo. A la edad de cuarenta años, pronto ya no podrá ser un símbolo de belleza. Elisabeth no está segura de lo que todavía vale cuando ya no está a la altura de su propia imagen y solo recibe respeto. Consciente de que está envejeciendo, abandona Viena y viaja a Inglaterra y Hungría para recuperar su juventud. Durante su viaje, visita a antiguos amantes y aliados políticos. En el proceso, diseña un plan para proteger su legado.