BMW no se resigna a la tecnología eléctrica convencional, y por ello redobla esfuerzos explorando vías de movilidad sin emisiones de CO2 como la pila de combustible de hidrógeno, que es la elegida para impulsar al iX5 Hydrogen, modelo que se producirá de momento en una pequeña serie este mismo año. El prototipo del SUV de gran tamaño alemán se ha puesto a prueba en las condiciones meteorológicas extremas de Arjeplog (Suecia), en el Círculo Polar Ártico, y se ha constatado que tanto el sistema como los depósitos de hidrógeno y la batería ofrecen un rendimiento completo a temperaturas de -20º centígrados.